viernes, 23 de septiembre de 2011

CINEMA LACAN. "Él" Un film de Luis Buñuel (Méjico- 1952)

Invitada Especial Gabriela Spina(1)
Un adinerado y piadoso católico llamado Francisco Galván de Montemayor (Arturo de Córdoba) se enamora perdidamente de una mujer más joven de nombre Gloria (Delia Garcés). No descansará hasta conseguir contraer matrimonio con ella.
Cuando finalmente logre su objetivo, Francisco convertirá con sus celos la vida de Gloria en un infierno.

En este film aparecen las tres obsesiones fijas del cine de Buñuel, el sexo, la religión y por último la muerte. En la primera escena de la película, sin emitir una sola palabra ninguno de los personajes y envueltos en una música gregoriana, asistimos a la ceremonia del lavado de pies, propia del Jueves Santo. La carga de erotismo que tiene toda ella, desde el momento en que el cura besa los pies, hasta que nuestro protagonista encuentra a la mujer que desea por los zapatos que ella viste.
  La película trata sobre la historia de una paranoia, Buñuel nos narra a la perfección y desde distintos ángulos la evolución de la locura de nuestro protagonista Francisco.

“Lo he diseccionado como a un insecto”. “La intención del  film más que anticlerical es humorística, me conmovió ese hombre tan celoso, tan solo, con tanta angustia y violencia interior”. Con estas frases resumió Luis Buñuel su película
Francisco al igual que Schreber razona perfectamente, es un hombre riguroso, la falla no está en la razón sino en el juicio. Las memorias de Schreber no tienen nada de loco, es el ppio cuerpo que se enloquece y se vuelve delirante.
Se dice que la película está basada en la novela titulada "Pensamientos" de la autora mexicana Mercedes Pinto que narra su convivencia con un paranoico.
Lacan mostró la película  repetidas veces en su  seminario. Son bien conocidas las influencias que tuvo en su momento inicial del movimiento surrealista. Le parecía que la película mostraba claramente la lógica de la psicosis. Al parecer Lacan habló largamente con Buñuel sobre la película pero lo único que transcendió fue el comentario de Buñuel de que Lacan había reconocido “el punto de verdad” que había en ella.
En Francisco vemos, que una excitación homosexual quedara envuelta en una aparente heterosexualidad, los zapatos de Gloria, pero que será esta excitación la que pondrá en acción todo el sistema paranoico. Por otra parte Freud hizo especial hincapié en la importancia decisoria de la escena primaria y mostró como en la paranoia se estructura con un vacío fundamental, el del que mira. Este será un vacío que nos encontraremos más tarde en las múltiples referencias a la escena primaria que Buñuel hará, por ejemplo cuando Francisco introduce una aguja por el ojo de la cerradura y no hay nadie espiándolos en su intimidad. En la película también se parte de una escena erótica mirada, pero curiosamente se trata de una escena en la que los protagonistas son un niño y un “padre”. Por último, la persecución de la que será víctima Francisco a partir de este momento que pone en evidencia justamente en el cambio de papeles que se opera: Francisco va a devenir el implacable perseguidor de Gloria.
En las dos siguientes escenas vemos ya, a un paranoico en acción,  las dos escenas juntas porque en la película no hay ninguna puntuación  de separación: por una parte el delirio de reivindicación de bienes de los que su abuelo fue injustamente usurpado, lleva a Francisco a la reinterpretación delirante de todo aquello que se opone a sus pretensiones (“Mi abogado se ha vendido a la parte contraria”) y a la eliminación de un plumazo de la realidad (“ahora veo que me equivoqué eligiéndolo  como abogado”), de la misma manera que elimina de un plumazo a la criada, molesta rival que perturba su relación homosexual con Pablo, el criado que con buenas dosis de cinismo siempre tiene a punto el oportuno halago a su patrón. En cualquier caso se trata de una partida que se juega de poder a poder y en la que las oscilaciones de la omnipotencia pasan del paranoico que instala en sus feudos su Ley  absoluta, a la de sus poderosísimos enemigos capaces de comprar abogados, voluntades y lo que haga falta con tal de llegar a sus fines destructivos.


En las siguientes escenas observamos  como Francisco manipula con absoluta frialdad la situación para conseguir su objetivo: sin el más mínimo escrúpulo quita de en medio todo aquello que se interpone en sus planes y objetivos tal y como antes había hecho con el abogado y con la criada. Esta vez  le toca el turno a Raúl, el novio de Gloria. Buñuel decía de estas escenas que le recordaban a un halcón abatiendo a una alondra.
Y así llegamos a la escena en la que aparece el único elemento histórico que tendremos sobre nuestro protagonista: en la casa de Francisco, Raúl, la madre de Gloria, el padre Velasco y un amigo critican los “gustos caprichosos” del padre de Francisco, constructor de la casa de exquisitos detalles, ese particular salón recibidor que podía haber diseñado el mismísimo Gaudí, y que a juicio de los protagonistas está llena de “ideas extrañas” que contrastan con la “perfecta normalidad” de Francisco quien “no ha cambiado absolutamente nada y sigue siendo el mismo que cuando era pequeño”.  Se trata de una escena  fundamental porque  implica una clara desautorización de la figura de padre, quien acaba convertido en un personaje perfectamente extraño no sólo a los ojos de una sociedad bien pensante, sino lo que es mucho más grave, acaba convertido en alguien con quien Francisco parece que no tiene nada  que ver. A partir de ahí el delirio de reivindicación  de bienes adquiere toda la significación: Francisco reivindica delirantemente una herencia de la que se siente injustamente desposeído y el patrimonio en litigio es su peculiar ordalía sobre su filiación. Lo rechazado en lo simbólico vuelve en lo real bajo la forma de un delirio.
 Freud (1915) nos llamó la atención sobre la importancia que las fantasías sobre la escena primaria tienen en el desarrollo psicológico de las personas y más aún en el caso de las patologías. Pues bien aquí podemos ver su importancia crucial en la paranoia. En la escena de la noche de bodas vemos como Francisco, presa de un ataque tanto de celos como de pánico, intenta recrear una escena primaria, contada por Gloria a la que poder sujetarse en su sexualidad. Por una parte, su “cuéntamelo todo como si fuera tu confesor”  lleva toda la connotación voyeurista, no exenta de una buena dosis de masoquismo, de quien no puede alcanzar otro tipo de excitación sexual. Pero fundamentalmente se trata de un intento de identificación narcisística a Gloria, de colocarse en el sitio de Gloria en la relación sexual para quizás entonces, como Schreber, poder musitar para sus adentros que “sería hermosísimo ser una mujer sometida al acoplamiento”. Como les decía anteriormente, en esta maniobra identificatoria a Gloria queda un sitio vacío que es el que corresponde al propio Francisco que se pierde en la identificación y en consecuencia el sitio que debería ocupar, que es el del que mira, está vacío.
Y justamente  después de esta escena Buñuel nos muestra  quien va a ocupar este sitio vacío: el perseguidor. Las siguientes escenas nos muestran como el amigo de Gloria va estructurándose como perseguidor, en tanto en cuanto es el individuo que acecha a la pareja en su intimidad, el que espía, el que mira. De nuevo aparece aquí la excitación sexual en la escena en la que Francisco arregla los zapatos de Gloria y poco después es cuando el amigo de Gloria se vuelve abiertamente el perseguidor, el que espía la intimidad de la pareja.
 Así, Francisco prepara una cuerda, una aguja, hilo, cuchilla de afeitar, una botella, tijeras y algodón que son los mismos útiles que usan los personajes de la "Filosofía en el tocador", de Sade, Buñuel declaró que los había utilizado de forma inconsciente pero tanta coincidencia inconsciente resulta difícil de creer y más si conocemos lo reticente que era frente a las interpretaciones de sus películas.
Gloria, desbordada por la situación se va de casa. Y Francisco entra en un delirio  que traduce en lo real lo más temido por él: todos saben que es engañado por Gloria, que Gloria tiene un amante, que él está excluido de esa relación, y sobre todo, que las burlas ofensivas de los demás traducen su incapacidad como hombre, algo que ha intentado mantener en el más absoluto secreto para los demás pero sobre todo para sí mismo y cuyo único testigo es Gloria, ahora sin control en tanto en cuanto el pacto de mantenerlo en secreto está roto y puede delatarlo.
 Así se cierra el ciclo, donde empezó, en una iglesia, y con el mismo padre Velasco de la ceremonia del Mandatum inicial que será agredido dado que las cuentas a arreglar con él no son pocas si se piensa que esa posición de autoridad incuestionable, de complejo de creencia que señalábamos antes, ha contribuido al fracaso de la relación con Gloria en la medida en la que lo buscado por Francisco ha sido ese padre idealizado que no deja espacio a la relación con la mujer. Y que además, no ha cumplido uno de los objetivos prioritarios de la idealización: proteger de la persecución.


El epílogo nos muestra a Raúl, Gloria y un niño llamado Francisco que van a visitar a Francisco, recluido en un monasterio. En esta escena final es donde la película muestra toda su coherencia. Porque a la pregunta del padre prior sobre quién es el padre de Francisco-niño, no hay respuesta. Un niño que se llama Francisco y en el que desde la infancia la historia de su padre, su propia historia, está llena de incertidumbres.
Francisco se estabiliza en el convento. Su delirio se mantiene enquistado en una sumisión masoquista a la autoridad del padre prior, única forma en la que puede dar cabida a la imagen paterna y al mismo tiempo le proporciona un interlocutor a la altura de su megalomanía: Dios. Pero también constituye el abandono de toda tentativa de relación con una mujer en la que la imposibilidad  de encontrar un sitio al tercero que no sea  de amenaza y persecución, condena al fracaso. Es una excelente descripción de la paranoia.


2- Lacan y el Surrealismo ( Referencias en la obra de Lacan nº 31)


En la nota introductoria llamada: “El Dr. Lacan, el Surrealismo y el efecto de creación” rescatamos la importancia que Lacan otorga al Surrealismo y que se evidencia en ese famoso párrafo de los Escritos, en De nuestros Antecedentes, en el que evoca su transición desde la psiquiatría al psicoanálisis. También destacamos las razones que condicionaron su creciente crítica al Surrealismo y su alejamiento posterior.
Desde luego, el joven psiquiatra no desconocía los textos freudianos, y tal vez por esta razón, se torna asiduo lector de la revista que publicaba este grupo: La Révolution Surrealiste.
Los poderes creadores de la locura habían sido exaltados desde la publicación del Manifiesto Surrealista,partiendo de la legitimación del delirio  quedaba equiparado al sueño.
Crevel, junto con Paul Êluard leyeron la tesis de Lacan El caso Aimée, o la paranoia de autopunición y su deslumbramiento se asentaba tanto en el sesgo literario de su paciente, como en la concepción de la paranoia presentada por el joven psiquiatra. Ciertamente el caso Aimée hacía centro en aquello que constituía el núcleo de las preocupaciones surrealistas: apropiarse del lenguaje de la locura y cuestionar la oposición de la razón y la sinrazón, demostrar que la locura es una libertad absoluta, y por fin interrogar el rasdo de inconsciencia que manifiesta.
En 1931 Lacan había publicado en los Annales médicales un artículo centrado en las facultades poéticas de los psicóticos, ya entonces las consideraba desde una prespectiva opuesta el desprecio con que la psiquiatría oficial veía toda esa producción, y ahí enlaza simultáneamente el automatismo de los surrealistas y la primera concepción lacaniana del lenguaje.
La noción de automatismo de Clérambault, considerado como su único maestro en psiquiatría. Clérambault consideraba la existencia de una serie de etapas que atraviesa “el pensamiento que se torna extranjero”, ya que se produce una evacuación del sujeto que constituye par él el detonate del curso de la psicosis. Llega a transformar el automatismo en su principio causal. Pensamiento anticipado, enunciación de los actos, tendencia a los fenómenos psicomotrices, impulsión verbal, son las categorías descirptivas de este cuadro. Para Clérambault, el automatismo es un fenómeno que se desarrolla como un parásito, determinado por la constitución cerebral o fallas fisiológicas. Lacan en su tesis, postula algo totalmente distinto, su noción se aproxima al todo de la personalidad, dándole importancia a la historia fliar y medio social.
3- La Paranoia en Lacan.
La tesis del automatismo mental y el fenómeno elemental tuvo una buena acogida en el movimiento surrealista en los años ’30. Ellos estaban interesados en la escritura automática (André Bretón, Paul Éluard). Lacan en ese momento apoyaba el movimiento surrelista. Su tesis en psiquiatría, el famoso caso Aimée, amada por su delirio erotómano (Marguerite Anzieu, madre del psicoanal Didier Anzieu) tuvo repercusión no sólo en el medio psiquiátrico sino también en el medio literario. En esa época las mujeres locas, asesinas, tenían cierto resplandor en el movimiento surrealista. Lacan además publica por esa época el caso de las hermanas Papin un año después de su tesis, en una revista llamada Minotauro, donde escribían todos los surrealistas.
¿Qué dice Lacan de la Paranoia de autopunición?:


- Hay una predisposición de naturaleza psicasténica . Momento del amor ideal, el sueño de ser amada.
- El cuadro tiene un comienzo brusco a través de interpretaciones, es el mecanismo princeps de la paranoia. Desencadenamiento.
- Una constancia de estructura, la psicosis.
- Una curación posible. En el sentido de la estabilización.
En los delirios paranoicos están presentes una vertiente persecutoria  y otra erotómana, casi siempre homosexual.  Puede haber además una vertiente megalómana.


Erotomanía: Lacan toma a 2 autores: Dide y Clérambault


1-    El otro lo ama, idealismo platónico.


2-    Momento de decepción, cuando el otro no responde a sus demandas eróticas y de amor.


3-    Finalmente un período de despecho y rencor, que puede desencadenar en pasaje al acto homicida o suicida.


 (1) Psicoanalista. miembro de EOL y AMP


Bibliografía.
- Gallego Llorente, José Luis. El: La mira de Buñuel sobre la paranoia
- Referencias en la obra de Lacan nº 31. Lacan y el surrealismo1. Fundación    del campo freudiano en la Argentina.
- Tendlarz, Silvia. Psicosis. Lo clásico y lo nuevo. Grama ediciones.










No hay comentarios:


Una política del síntoma: llevar al sujeto hasta su división más próxima, de Miquel Bassols

Si algo se hace hoy manifiesto en el campo heterogeneo de las llamadas psicoterapias es que toda práctica clínica, incluso la que se pretenda más neutra y objetiva, depende de una política. A la fórmula que Jacques-Alain Miller lanzó a principios de los años ochenta como una brújula en el Campo Freudiano, - "no hay clínica sin ética" -, podemos agregar hoy, siguiendo sus últimas elaboraciones sobre las tres vertienes de la experiencia (la clínica, la epistémica y la política), la siguiente fórmula: no hay, tampoco, clínica sin política. Seguir leyendo...


El porvenir del síntoma - El síntoma como porvenir , Norah Pérez, EOL Santa Fe.

Freud no vaciló en predecir una época en la que el efecto social de la indiscreción sería al mismo tiempo la imposibilidad del disimulo: "los enfermos, sabiendo que todas sus manifestaciones mórbidas son interpretadas inmediatamente por los otros, las disimularán".

En éstas épocas las coordenadas son otras y la pregunta por el porvenir del Síntoma nos concierne, cito: "entiendan que la pregunta que aquí indico es la de saber si el Psicoanálisis existe. Es eso precisamente lo que está en juego. Pero, por otra parte, hay algo por lo cual él se afirma indiscutiblemente. El es Síntoma del punto del tiempo al cual hemos arribado, digamos con esa palabra provisoria, que yo llamaría la civilización..."J. Lacan, Sem. XVI; "De un Otro al otro" (1968-1969). Seguir leyendo...


¿Una política del síntoma, sin síntoma?
José Manuel Alvarez.

El epicentro de la Civilización
Hace algún tiempo algunos recordarán que dije en este mismo lugar que la toxicomanía era un síntoma perfecto, e inmediatamente añadí que perfecto no tenía que significar necesariamente bueno. Ahora ya no estoy muy seguro de ello...
Seguir leyendo...

Como bibliografía recomendada por ahora y para empezar:

- Laurent, Eric:
Ciudades analíticas, Tres Haches, Bs. As. 2004.
Psicoanálisis y Salud Mental, Tres Haches, Bs. As. 2000.

- Glaze, Alejandra (compiladora), Una practica de la época, Gramma, Bs. As. 2005.

- Fruchnicht, Viviana, La orientación es el síntoma, Gramma, Bs.As., 2009.

- AAVV, Colección Orientación Lacaniana:
¿Qué política para el psicoanálisis?,Buenos Aires, EOL, 2003.
- García, Germán, Actualidad del trauma, Gramma, Bs. As. 2005.
- IX Jornadas Anuales de la EOL; Usos actuales de la clínica, EOL - Paidós, Bs. As. 2001.