Un adinerado y piadoso católico llamado Francisco Galván de Montemayor (Arturo de Córdoba) se enamora perdidamente de una mujer más joven de nombre Gloria (Delia Garcés). No descansará hasta conseguir contraer matrimonio con ella.
Cuando finalmente logre su objetivo, Francisco convertirá con sus celos la vida de Gloria en un infierno.
En este film aparecen las tres obsesiones fijas del cine de Buñuel, el sexo, la religión y por último la muerte. En la primera escena de la película, sin emitir una sola palabra ninguno de los personajes y envueltos en una música gregoriana, asistimos a la ceremonia del lavado de pies, propia del Jueves Santo. La carga de erotismo que tiene toda ella, desde el momento en que el cura besa los pies, hasta que nuestro protagonista encuentra a la mujer que desea por los zapatos que ella viste.
La película trata sobre la historia de una paranoia, Buñuel nos narra a la perfección y desde distintos ángulos la evolución de la locura de nuestro protagonista Francisco.
“Lo he diseccionado como a un insecto”. “La intención del film más que anticlerical es humorística, me conmovió ese hombre tan celoso, tan solo, con tanta angustia y violencia interior”. Con estas frases resumió Luis Buñuel su película
Francisco al igual que Schreber razona perfectamente, es un hombre riguroso, la falla no está en la razón sino en el juicio. Las memorias de Schreber no tienen nada de loco, es el ppio cuerpo que se enloquece y se vuelve delirante.
Se dice que la película está basada en la novela titulada "Pensamientos" de la autora mexicana Mercedes Pinto que narra su convivencia con un paranoico.
Lacan mostró la película repetidas veces en su seminario. Son bien conocidas las influencias que tuvo en su momento inicial del movimiento surrealista. Le parecía que la película mostraba claramente la lógica de la psicosis. Al parecer Lacan habló largamente con Buñuel sobre la película pero lo único que transcendió fue el comentario de Buñuel de que Lacan había reconocido “el punto de verdad” que había en ella.
En Francisco vemos, que una excitación homosexual quedara envuelta en una aparente heterosexualidad, los zapatos de Gloria, pero que será esta excitación la que pondrá en acción todo el sistema paranoico. Por otra parte Freud hizo especial hincapié en la importancia decisoria de la escena primaria y mostró como en la paranoia se estructura con un vacío fundamental, el del que mira. Este será un vacío que nos encontraremos más tarde en las múltiples referencias a la escena primaria que Buñuel hará, por ejemplo cuando Francisco introduce una aguja por el ojo de la cerradura y no hay nadie espiándolos en su intimidad. En la película también se parte de una escena erótica mirada, pero curiosamente se trata de una escena en la que los protagonistas son un niño y un “padre”. Por último, la persecución de la que será víctima Francisco a partir de este momento que pone en evidencia justamente en el cambio de papeles que se opera: Francisco va a devenir el implacable perseguidor de Gloria.
En las dos siguientes escenas vemos ya, a un paranoico en acción, las dos escenas juntas porque en la película no hay ninguna puntuación de separación: por una parte el delirio de reivindicación de bienes de los que su abuelo fue injustamente usurpado, lleva a Francisco a la reinterpretación delirante de todo aquello que se opone a sus pretensiones (“Mi abogado se ha vendido a la parte contraria”) y a la eliminación de un plumazo de la realidad (“ahora veo que me equivoqué eligiéndolo como abogado”), de la misma manera que elimina de un plumazo a la criada, molesta rival que perturba su relación homosexual con Pablo, el criado que con buenas dosis de cinismo siempre tiene a punto el oportuno halago a su patrón. En cualquier caso se trata de una partida que se juega de poder a poder y en la que las oscilaciones de la omnipotencia pasan del paranoico que instala en sus feudos su Ley absoluta, a la de sus poderosísimos enemigos capaces de comprar abogados, voluntades y lo que haga falta con tal de llegar a sus fines destructivos.
Freud (1915) nos llamó la atención sobre la importancia que las fantasías sobre la escena primaria tienen en el desarrollo psicológico de las personas y más aún en el caso de las patologías. Pues bien aquí podemos ver su importancia crucial en la paranoia. En la escena de la noche de bodas vemos como Francisco, presa de un ataque tanto de celos como de pánico, intenta recrear una escena primaria, contada por Gloria a la que poder sujetarse en su sexualidad. Por una parte, su “cuéntamelo todo como si fuera tu confesor” lleva toda la connotación voyeurista, no exenta de una buena dosis de masoquismo, de quien no puede alcanzar otro tipo de excitación sexual. Pero fundamentalmente se trata de un intento de identificación narcisística a Gloria, de colocarse en el sitio de Gloria en la relación sexual para quizás entonces, como Schreber, poder musitar para sus adentros que “sería hermosísimo ser una mujer sometida al acoplamiento”. Como les decía anteriormente, en esta maniobra identificatoria a Gloria queda un sitio vacío que es el que corresponde al propio Francisco que se pierde en la identificación y en consecuencia el sitio que debería ocupar, que es el del que mira, está vacío.
Y justamente después de esta escena Buñuel nos muestra quien va a ocupar este sitio vacío: el perseguidor. Las siguientes escenas nos muestran como el amigo de Gloria va estructurándose como perseguidor, en tanto en cuanto es el individuo que acecha a la pareja en su intimidad, el que espía, el que mira. De nuevo aparece aquí la excitación sexual en la escena en la que Francisco arregla los zapatos de Gloria y poco después es cuando el amigo de Gloria se vuelve abiertamente el perseguidor, el que espía la intimidad de la pareja.
Así, Francisco prepara una cuerda, una aguja, hilo, cuchilla de afeitar, una botella, tijeras y algodón que son los mismos útiles que usan los personajes de la "Filosofía en el tocador", de Sade, Buñuel declaró que los había utilizado de forma inconsciente pero tanta coincidencia inconsciente resulta difícil de creer y más si conocemos lo reticente que era frente a las interpretaciones de sus películas.
Gloria, desbordada por la situación se va de casa. Y Francisco entra en un delirio que traduce en lo real lo más temido por él: todos saben que es engañado por Gloria, que Gloria tiene un amante, que él está excluido de esa relación, y sobre todo, que las burlas ofensivas de los demás traducen su incapacidad como hombre, algo que ha intentado mantener en el más absoluto secreto para los demás pero sobre todo para sí mismo y cuyo único testigo es Gloria, ahora sin control en tanto en cuanto el pacto de mantenerlo en secreto está roto y puede delatarlo.
Los poderes creadores de la locura habían sido exaltados desde la publicación del Manifiesto Surrealista,partiendo de la legitimación del delirio quedaba equiparado al sueño.
Crevel, junto con Paul Êluard leyeron la tesis de Lacan El caso Aimée, o la paranoia de autopunición y su deslumbramiento se asentaba tanto en el sesgo literario de su paciente, como en la concepción de la paranoia presentada por el joven psiquiatra. Ciertamente el caso Aimée hacía centro en aquello que constituía el núcleo de las preocupaciones surrealistas: apropiarse del lenguaje de la locura y cuestionar la oposición de la razón y la sinrazón, demostrar que la locura es una libertad absoluta, y por fin interrogar el rasdo de inconsciencia que manifiesta.
En 1931 Lacan había publicado en los Annales médicales un artículo centrado en las facultades poéticas de los psicóticos, ya entonces las consideraba desde una prespectiva opuesta el desprecio con que la psiquiatría oficial veía toda esa producción, y ahí enlaza simultáneamente el automatismo de los surrealistas y la primera concepción lacaniana del lenguaje.
La noción de automatismo de Clérambault, considerado como su único maestro en psiquiatría. Clérambault consideraba la existencia de una serie de etapas que atraviesa “el pensamiento que se torna extranjero”, ya que se produce una evacuación del sujeto que constituye par él el detonate del curso de la psicosis. Llega a transformar el automatismo en su principio causal. Pensamiento anticipado, enunciación de los actos, tendencia a los fenómenos psicomotrices, impulsión verbal, son las categorías descirptivas de este cuadro. Para Clérambault, el automatismo es un fenómeno que se desarrolla como un parásito, determinado por la constitución cerebral o fallas fisiológicas. Lacan en su tesis, postula algo totalmente distinto, su noción se aproxima al todo de la personalidad, dándole importancia a la historia fliar y medio social.
3-
La tesis del automatismo mental y el fenómeno elemental tuvo una buena acogida en el movimiento surrealista en los años ’30. Ellos estaban interesados en la escritura automática (André Bretón, Paul Éluard). Lacan en ese momento apoyaba el movimiento surrelista. Su tesis en psiquiatría, el famoso caso Aimée, amada por su delirio erotómano (Marguerite Anzieu, madre del psicoanal Didier Anzieu) tuvo repercusión no sólo en el medio psiquiátrico sino también en el medio literario. En esa época las mujeres locas, asesinas, tenían cierto resplandor en el movimiento surrealista. Lacan además publica por esa época el caso de las hermanas Papin un año después de su tesis, en una revista llamada Minotauro, donde escribían todos los surrealistas.
¿Qué dice Lacan de
3º- Una constancia de estructura, la psicosis.
4º- Una curación posible. En el sentido de la estabilización.
En los delirios paranoicos están presentes una vertiente persecutoria y otra erotómana, casi siempre homosexual. Puede haber además una vertiente megalómana.
- Referencias en la obra de Lacan nº 31. Lacan y el surrealismo1. Fundación del campo freudiano en
- Tendlarz, Silvia. Psicosis. Lo clásico y lo nuevo. Grama ediciones.
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